¿A qué nos referimos con regresiones en la infancia?
La regresión es un mecanismo de defensa de nuestro cerebro que consiste en regresar a una etapa o nivel anterior de desarrollo.
¿Cuando acurre?
Ante una situación de estrés, de inestabilidad, de conflicto emocional, situación extrema, inesperada, o simplemente de cambios en rutina y hábitos.
¿Par qué tras esta pandemia hay tanto regresiones infantiles?
CAMBIOS, CAMBIOS Y MÁS CAMBIOS
1) Dependiendo del lugar, han vivido confinamiento domiciliario, comarcal...
2) Muchos infantes estuvieron sin asistir a centros educativos, algunos seguían las clases online, y otros por falta de los recursos necesarios para ello no pudieron.
3) Cambios en sus horarios y rutinas, sin trabajarlo de forma gradual.
4) Cambios en la socialización; disminución de encuentros sociales con sus iguales, disminución de visitas de seres queridos, incluyendo no poder abrazar/besar.
5) Disminución de libertad al salir a la calle o relacionarnos con otrxs. Lxs niñxs aprenden a través de la exploración del entorno y del movimiento.
6) Miedos ante el COVID, nuevos miedos que surgen al salir a la calle, miedo a la posible pérdida de seres queridos, miedo al oír hablar a adultos o ver la TV…
7) Los cambios en los horarios/lugares de trabajo de mamás y papás también les afecta a ellxs e inconscientemente podemos transmitirlo.
8) Dependiendo de la comunidad autónoma, alumnxs matriculadxs en escolaridad compartida, de repente pasan a hacerla total y dejan de tener contacto con su otro colegio.
Y muchos más; Cualquiera de estos cambios no se han inculcado con trabajo ni rutinas graduales, y como tal, propician cambios y regresiones conductuales.
¿Qué regresiones suelen aparecer en la infancia?
Tanto en esta pandemia, como otras situaciones personales y familiares (vacaciones, un/a hermanitx, un divorcio, cambio de domicilio/escuela, cambio de hábitos y rutinas...) pueden dar lugar a regresiones. Las más habituales son:
1) Dificultades y problemas con la comida, que antes no existían.
2) Alteraciones en la rutina de ir a dormir y en el sueño. Miedos nocturnos, despertares, no querer dormir solxs…
3) Dificultades en el control de esfínteres. Ya no usaba pañal y vuelve a necesitarlo se hace pis en la cama, no sigue los mismos horarios en el WC que antes.. este tipo de regresiones son muy comunes ante cambios bruscos.
4) Regresiones en los aprendizajes del contexto educativo: retrocesos en la lectura y escritura, en matemáticas, olvidarse de conceptos ya adquiridos en ciertas materias, dificultades en el uso de la agenda, mostrar dispersión e inatención, conducta disruptiva...
5) Vuelve a mostrarse menos autónomx. Vuelve a pedir ayuda para vestirse, ya no come solx, pide ayuda para subir escaleras cuando las subía por sí mismx, etc.
6) Aparición o reaparición de rabietas, berrinche, o conducta disruptiva. Llama la atención, no obedece, se tira al suelo, llora por todo, se enfada continuamente, comportamientos no adecuados en la calle...
¿Cómo debemos actuar ante estas regresiones?
1) Identifica el problema, el origen. Es una llamada de atención ante un nuevo miembro de la familia, hay algo que le preocupa en el colegio, ha vivido un cambio de vivienda... En la situación de pandemia, la mayoría de regresiones se derivan de los cambios que esta ha propiciado.
2) No le regañes por esos retrocesos, ni lx recriminemos.
3) Muéstrale empatía y comprensión. Pregúntale qué puedes hacer para que se sienta mejor, explícale que es normal sentir miedo y preocupación...
4) ¡Cuidado con lo que hablamos delante de ellxs! Podemos preocuparles con lo que nos oyen decir, y lo mismo si hablamos sobre sus regresiones delante suyx.
5) ¡No olvides que necesitan rutinas y horarios! Si fuese necesario, reincorpora rutinas de aprendizajes olvidados.
6) Dedícale tiempo y cariño.
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