Seguramente te hayas hecho esta pregunta muchas veces, pero jamás te hayas parado a indagar en por qué ocurre. ¿Quién de pequeñx no se entretuvo mientras esperaba a que un autobús lx llevara a casa después del colegio mirando el curioso andar de una paloma? Así, hemos podido observar el curioso andar de las palomas o las gallinas moviendo el cuello hacia delante y "atrás".
Consta de un movimiento denominado "avance rápido" o "fase de empuje", que es seguida por una fase de retención. El movimiento hacia atrás es de hecho una ilusión óptica. Como afirma el científico Necker en su estudio de 2007, "la posición de la cabeza se mantiene 'quita' con respecto al espacio recorrido mientras el cuerpo avanza continuamente. De esta manera, los movimientos de la cabeza durante la marcha se caracterizan por una fase de retención y una fase de empuje."
Para que nos entiendas mejor, mientras una paloma camina empuja su cabeza hacia adelante y la sostiene mientras su cuerpo camina más allá de ese punto y la paloma luego empuja su cabeza hacia adelante de nuevo. Para nuestros ojos esto se convierte en una ilusión ótica en la que parece que la paloma está moviendo su cabeza hacia adelante y hacia atrás mientras camina, aunque en realidad solo realiza el primer movimiento.
La mayoría de las aves, entre las que se incluyen las palomas, tienen mala visión estereoscópica o percepción de profundidad (debido a que tienen ojos laterales con sólo superposición binocular menor). Por lo tanto, durante esa 'fase de retención' la imagen que las aves obtienen se estabiliza por un corto periodo de tiempo en la retina, lo que aumenta el tiempo para reconocer e identificar objetos, especialmente los que están en movimiento.
Este movimiento de la cabeza ofrece otra ventaja a las aves, ya que dado que sus ojos están a ambos lados de sus cabezas, tienen poca superposición binocular (donde ambos ojos pueden ver el mismo objeto) lo que provoca una visión de profundidad deficiente. Cuando la cabeza se balancea, los objetos más alejados parecen moverse un poco más en comparación con los objetos que están cerca, efecto que los expertos denominan 'paralaje de movimiento' y permite a las aves juzgar las distancias eficazmente. Algo parecido a este fenómeno lo experimentamos los humanos cuando por ejemplo vamos en un tren en movimiento y vemos con un único ojo una casa lejana. Así, nuestro cerebro coloca el objeto, en este caso la casa, a una distancia determinada diferenciada del resto de objetos cercanos a la misma.
No te olvides de pasarte por otros de nuestros artículos sobre los ojos como puede ser este en el que te contamos por qué los ojos se mueven perfectamente sincronizados, o este otro en el que te hablamos de que los ojos en realidad hacen más ejercicio que las piernas. Que tengan un feliz día.
0 Comentarios