Las lentes de contacto forman parte ya de la rutina diaria de una gran parte de la población con problemas de vista que optan por esta opción en lugar de usar gafas, o las combinan con estas, simplemente por estética, comodidad o por cuidar un poco más el bolsillo.
Muchos son los beneficios (e inconvenientes) de este gran invento que empezó a gestar en la mente del mismísimo Leonardo Da Vinci en 1508 y que se fue desarrollando hasta 1636 cuando el científico René Descartes inventó una especie de "tubo" que se incorporaba a la córnea (lo que imposibilitaba el parpadeo) y en sucesivos años, diversos científicos fueron desarrollando la idea hasta lograr lo que hoy conocemos por "lentillas".
No fue hasta 1888 cuando el oftalmólogo alemán Adolf Gaston Eugen Fick inventó la primera lente de contacto esceral afocal con éxito, es decir, un modelo muy similar al que conocemos a día de hoy. Estas han ido evolucionando y cada vez son más duraderas y cómodas, sin embargo tantos años de investigación y evolución han traído una de las grandes desventajas de las lentillas: su tiempo de vida máximo de un año (aunque existen por día, o meses) y su elevadísimo coste en función de la graduación de las mismas.
OJO: Jamás te recomendaremos usarlas más tiempo que el que te indica el fabricante, tomate este artículo como lo que es. Simplemente, informativo. Como curiosidad. *CODAZO CODAZO
Antes de pasar a darte una serie de consejos para alargar la vida útil de tus lentes de contacto, me gustaría informarte de un dato curioso sobre tus ojos. ¿Sabías que la parte más externa de tus ojos, que es el lugar donde colocas tus lentillas se llaman las córneas?. Pues esta parte del ojo es prácticamente el único lugar de tu cuerpo donde las células para sobrevivir no se oxigenan a través de la sangre, sino del propio aire del ambiente. Por lo que ten cuidado si eres de esas personas que utilizan sin control y durante mucho tiempo tus lentillas, porque estás dificultando a estas células que se oxigenen correctamente. Pudiendo desencadenar posibles problemas como los famosos ojos rojos: conjuntivitis, úlceras corneales, ojos secos... por esta razón no duermas con ellas, e intenta llevarlas puesta el menor tiempo posible, esto prolongará mucho la vida útil de tus lentillas, evitará problemas oculares y posibles reacciones de hipersensibilidad a ellas en un futuro.
Otros consejos que te damos en 'sininterrogante' para ello son los siguientes:
- Quítatelas y póntelas en lugares lo suficientemente amplios y cómodos, como para preveer su correcto manejo.
- No las uses en la ducha o en piscinas, pues pueden verse afectadas por microorganismos.
- Ten a mano el suero fisiológico y el estuche para evitar caer en la tentación de dejarlas en cualquier sitio o reutilizar el líquido anteriormente utilizado.
- Asegúrate de que los recipientes se quedan bien cerrados, pues solo así aseguras su esterilidad.
- Cuando te vayas a maquillar, intenta colocarte las lentillas antes de hacerlo. Lo mismo cuando te vayas a desmaquillar. Así evitas la contaminación de las lentillas con otros productos.
- En casos de afeitado o al ponerte colonia, el anterior consejo es igualmente válido por la misma razón.
- La higiene resulta esencial, lava tus manos bien antes de manejar las lentes y cuando vayas a lavarlas, frótalas bien con el líquido fisiológico. Y repetimos, nunca reutilices el líquido del estuche.
- Lava tu estuche con la solución con bastante frecuencia e intenta estrenar uno nuevo al menos cada tres meses.
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